jueves, 3 de noviembre de 2011

Saturación informativa

Quizá alguno de vosotros se sienta como yo. Quizá alguno comparta la sensación de enfrentarse a un abismo infinito, a un pozo de información sin fondo, a un mar insondable cuando se enfrenta a la inmensidad de las redes sociales.

Cuando abro mi Twitter cientos de pequeñas píldoras informativas se despliegan en la pantalla de mi móvil o mi ordenador ante mi incredulidad. ¡Cuánta productividad! ¡Cuánta información en sólo 140 palabras y unos pequeños enlaces! He de reconocer que ante tal cantidad y calidad poco he podido hacer. Confieso que aún no me atrevo a enviar tweets propios y continúo como mera espectadora de lo que sigue aquella gente que me interesa. Personalmente, no me siento autorizada a participar de esa conversación global. No encuentro nada de interés que añadir. ¡Tengo miedo escénico! Por ello, estoy deseando iniciar algunos proyectos que andan por ahí a ver si, desde el ámbito empresarial, me vuelvo un poco más osada...

A pesar de mi inactividad, poco a poco comienzo a familiarizarme y a distinguir lo que me interesa de lo que no, pero aún así me siento un tanto desbordada con tanta información, con tantas herramientas a través de las cuales podemos darnos a conocer, dar a conocer nuestros proyectos, obtener mayor notoriedad para nuestras empresas, estar conectados con nuestros amigos, conocer a nuevas personas que compartan nuestros intereses profesionales y personales, hacer los tan de moda y tan útiles networking para ampliar nuestra red de contactos... Tantas y tantas funciones que la Comunicación 2.0 se convierte en un aspecto difícilmente abarcable para la inmensa mayoría de los ciudadanos, personas de a pie que se conectan a la red global para buscar contenidos, consultar el correo o ver las fotos de sus amigos en Facebook. A veces, actualizar constantemente cuatro o cinco perfiles resulta agotador y es algo que las personas que no están directamente relacionadas con este mundo no estás dispuestas a hacer.

La práctica totalidad de los profesionales de la información, la comunicación y el Márketing somos conscientes de la importancia y las posibilidades que internet ofrece para el desarrollo de nuestros negocios y para el futuro de los medios de comunicación en una era en la que la inmediatez es la característica más apreciada por encima de otros estándares de calidad o profundidad en la información.

A pesar de ello no podemos desconectarnos completamente de la realidad y debemos ser conscientes que aún son muchas las personas que conocen las noticias a través de los boletines matinales radiofónicos o en el informativo de las tres de la tarde, o que prefieren ver las ofertas y las promociones de los hipermercados en los tradicionales catálogos o folletos de ofertas.

Las redes sociales y las nuevas herramientas de información digitales han abierto un abanico inmenso de posibilidades que han ido ganando terreno a un ritmo exponencial y que a muy corto plazo se convertirán en los mayores y mejores escaparates del mundo según todas las previsiones de los expertos en la materia, pero aún son muchas las personas que viven ajenas o manteniendo las distancias con estos medios digitales.

Quizá sea necesario que desde las administraciones, las instituciones y las redes asociativas se trabaje para evitar que estas personas que, por edad, por desconocimiento o, simplemente, por falta de interés, se mantienen desconectadas puedan acceder de forma real a estas nuevas tecnologías a través de cursos de formación y alfabetización digital o poniendo a sus disposición mayores y mejores medios públicos.

¿Qué opináis? ¿Creéis que las personas mayores acabarán accediendo mayoritariamente a las redes sociales? ¿Creéis que se generalizará el uso de las opciones de compra a través de internet? ¿O, en cambio, hay ciertas generaciones perdidas e imposibles de incorporar?





No hay comentarios:

Publicar un comentario