viernes, 4 de noviembre de 2011

Siete días...


Siete días... Cuando decidimos el destino de nuestro próximo viaje, antes incluso de verano, parecía que nunca llegaría, pero ya casi estamos... El 11 del 11 del 11, (aunque no lo parezca una fecha elegida al azar), volaremos a Italia. Varias guías de viaje, numerosísimas visitas a páginas turísticas y especializadas, infinitas consultas a foros de viajeros después creo que ya estamos preparados para sentir, disfrutar y saborear de verdad Venecia, Florencia e, incluso, algún retazo de Bolonia.

Ya tenemos ganas de respirar la atmósfera mágica de La Plaza de San Marco, el archiconocido 'Salón más hermoso de Europa', el encanto de los canales venecianos o el atardecer sobre el Ponte Vecchio. También, como no, lo tenemos todo preparado para perdernos por sus estrechas callejuelas y descubrir en cada esquina un detalle que marcará nuestra vivencia en esta maravillosa ciudad. El arte será la estrella que guiará nuestro andadura por Florencia donde nos espera el David, el Duomo y una amplia muestra de las mejores obras del renacimiento.
Cubrir el apartado cultural y turístico es fácil en dos ciudades tan conocidas y turísticas como éstas. La hoja que aún está en blanco es la de aquellos bares típicos que tanto nos gusta descubrir; la de camareros simpáticos que nos indiquen aquellos sorprendentes rincones ocultos a la vista del turista que siempre va con prisa; la de las copas, comidas y risas compartidas entre amigos. Una hoja amplia que cuenta con un destacado espacio para las anécdotas que seguro no faltarán. Ya las iré compartiendo...

Ahora estamos tratando de descubrir lugares más o menos económicos donde comer, descansar las piernas y pasar un rato agradable. Sí, sabemos que Venecia es cara, pero seguro que hay algún lugar en el que tengamos que pagar menos de 4 euros por una cerveza, no? ¿Colaboráis en esta ardua labor?


jueves, 3 de noviembre de 2011

Saturación informativa

Quizá alguno de vosotros se sienta como yo. Quizá alguno comparta la sensación de enfrentarse a un abismo infinito, a un pozo de información sin fondo, a un mar insondable cuando se enfrenta a la inmensidad de las redes sociales.

Cuando abro mi Twitter cientos de pequeñas píldoras informativas se despliegan en la pantalla de mi móvil o mi ordenador ante mi incredulidad. ¡Cuánta productividad! ¡Cuánta información en sólo 140 palabras y unos pequeños enlaces! He de reconocer que ante tal cantidad y calidad poco he podido hacer. Confieso que aún no me atrevo a enviar tweets propios y continúo como mera espectadora de lo que sigue aquella gente que me interesa. Personalmente, no me siento autorizada a participar de esa conversación global. No encuentro nada de interés que añadir. ¡Tengo miedo escénico! Por ello, estoy deseando iniciar algunos proyectos que andan por ahí a ver si, desde el ámbito empresarial, me vuelvo un poco más osada...

A pesar de mi inactividad, poco a poco comienzo a familiarizarme y a distinguir lo que me interesa de lo que no, pero aún así me siento un tanto desbordada con tanta información, con tantas herramientas a través de las cuales podemos darnos a conocer, dar a conocer nuestros proyectos, obtener mayor notoriedad para nuestras empresas, estar conectados con nuestros amigos, conocer a nuevas personas que compartan nuestros intereses profesionales y personales, hacer los tan de moda y tan útiles networking para ampliar nuestra red de contactos... Tantas y tantas funciones que la Comunicación 2.0 se convierte en un aspecto difícilmente abarcable para la inmensa mayoría de los ciudadanos, personas de a pie que se conectan a la red global para buscar contenidos, consultar el correo o ver las fotos de sus amigos en Facebook. A veces, actualizar constantemente cuatro o cinco perfiles resulta agotador y es algo que las personas que no están directamente relacionadas con este mundo no estás dispuestas a hacer.

La práctica totalidad de los profesionales de la información, la comunicación y el Márketing somos conscientes de la importancia y las posibilidades que internet ofrece para el desarrollo de nuestros negocios y para el futuro de los medios de comunicación en una era en la que la inmediatez es la característica más apreciada por encima de otros estándares de calidad o profundidad en la información.

A pesar de ello no podemos desconectarnos completamente de la realidad y debemos ser conscientes que aún son muchas las personas que conocen las noticias a través de los boletines matinales radiofónicos o en el informativo de las tres de la tarde, o que prefieren ver las ofertas y las promociones de los hipermercados en los tradicionales catálogos o folletos de ofertas.

Las redes sociales y las nuevas herramientas de información digitales han abierto un abanico inmenso de posibilidades que han ido ganando terreno a un ritmo exponencial y que a muy corto plazo se convertirán en los mayores y mejores escaparates del mundo según todas las previsiones de los expertos en la materia, pero aún son muchas las personas que viven ajenas o manteniendo las distancias con estos medios digitales.

Quizá sea necesario que desde las administraciones, las instituciones y las redes asociativas se trabaje para evitar que estas personas que, por edad, por desconocimiento o, simplemente, por falta de interés, se mantienen desconectadas puedan acceder de forma real a estas nuevas tecnologías a través de cursos de formación y alfabetización digital o poniendo a sus disposición mayores y mejores medios públicos.

¿Qué opináis? ¿Creéis que las personas mayores acabarán accediendo mayoritariamente a las redes sociales? ¿Creéis que se generalizará el uso de las opciones de compra a través de internet? ¿O, en cambio, hay ciertas generaciones perdidas e imposibles de incorporar?





Novata en la Blogosfera...

Es difícil encontrar un modo original, divertido o diferente para iniciar mi camino en la Blogosfera. Hasta ahora, mi vida en el ámbito de la Comunicación 2.0 se ha limitado al intercambio de fotografías e información general sobre mi vida con mis amigos y conocidos a través de Facebook. Pero como comunicadora, como Periodista y, sobre todo, como Community Manager en ciernes este paso se hace prácticamente obligado.

Sin un objetivo ni un rumbo claro prefijado, inicio esta nueva andadura desde mi 'Miscelánea', mi cajón de sastre, mi pequeño espacio personal en el que vertiré aquellas vivencias, experiencias y reflexiones que pudieran resultar de cierto interés para alguien. Casi como un espacio de experimentación nace esta especie de diario personal, profesional y formativo con el que espero zambullirme de lleno en este mundo digital, en esta segunda realidad que, a pasos agigantados, va ocupando gran parte de nuestro tiempo y de nuestra vida.

Y para empezar, y dentro de las normas de cortesía tradicionales, considero inevitable una breve presentación que servirá para que aquellos internautas que tengan a bien visitar mi blog me conozcan un poco y para que mis conocidos me ubiquen.

Mi nombre es Isabel Bermúdez y soy Periodista de vocación. Desde pequeña ya tenía claro que lo mío era comunicar, escribir, contar lo que pasa en el mundo y también en pequeños rincones del mundo, no tan conocidos ni tan explorados, pero muy importantes para muchísimas personas. Innumerables satisfacciones y también decepciones después, (todos aquellos que como yo se dediquen a este ámbito comprenderán especialmente lo de las 'decepciones' de la profesión) y como muchos otros jóvenes españoles me encuentro en esa larga, interminable casi, lista de personas desempleadas. Cuatro años de experiencia, casi dos carreras y un Máster no ayudan todo lo que debieran a encontrar un empleo en los difíciles tiempos que corren.

Por ello, y para abrir nuevas vías de empleabilidad, estoy realizando actualmente un curso de Community Management impartido por la Fundación UNED. Una formación que está abriendo ante mí numerosas posibilidad, un mar de conocimiento infinito y difícilmente abarcable, y que me ha animado a utilizar este blog como medio de comunicación y expresión.

Espero que muy pronto pueda compartir con muchas personas mis vivencias a través de estos pequeños portales, prodigio de las nuevas tecnologías, que nos permiten estar tan cerca, tan conectados y, sobre todo, tan informados.